Vino tinto: ¿cómo se hace?

El vino tinto, denominado también oro negro tiene muchas características interesantes que quizá no sabías. Por eso, en este post te desvelamos cómo se elabora esta joya de nuestra gastronomía española. 

Antes de empezar, es importante saber qué es el vino tinto. Porque sí, todos sabemos que es una bebida alcohólica de color granate intenso que surge de la fermentación de uvas tintas. Pero el vino tinto es mucho más que eso. Su elaboración y resultado se obtiene gracias al trabajo de una gran cantidad de personas, que va desde el cultivo y recolección de la uva hasta el embotellamiento y distribución. En este complejo proceso que se lleva a cabo en la bodega los profesionales tratan con mucho mimo cada vino, para obtener auténticas joyas.

Cómo se hace

Como te hemos explicado antes, el proceso de hacer vino tinto es delicado para asegurar un producto final exquisito. La fabricación tiene 10 pasos, que son: la vendimia, el despalillado, el estrujado, la maceración y fermentación alcohólica, el prensado, la fermentación maloláctica, la crianza, el trasiego, la clarificación y, para acabar, el embotellado. A continuación te contamos en qué consiste cada uno de estos pasos.

Vendimia

La vendimia es el proceso de recolección de las uvas. El período de vendimia varía en función de la zona y la variedad de la uva, pero en España normalmente se concentra entre septiembre y octubre. Esta recogida en el momento exacto determina la proporción de azúcares y elementos ácidos, así que es clave asegurarse de que la uva está en su estado óptimo.

Despalillado

Su objetivo es separar el fruto del raspón, y también separar las hojas y otros restos vegetales para asegurar que no aporten sabores amargos al producto final. Se realiza mediante máquinas despalilladoras horizontales.

Estrujado

La estrujadora o pisadora separa el mosto de la uva de su piel. Es lo que se conoce como hollejo. Este paso también permite que las levaduras naturales de la uva comiencen a dispersarse.

Maceración y fermentación alcohólica

Una vez se ha obtenido el mosto, se macera entre 10 y 14 días en unos depósitos, donde está en contacto con los hollejos para empezar a coger ese color tan característico. En esta fase, el equipo encargado hace un control exhaustivo de temperatura para que no supere los 29ºC.

En esta fase es también cuando se produce la fermentación alcohólica, mediante la cual el azúcar de la uva se transforma en alcohol etílico.

Prensado

En esta fase el mosto macerado cambia a un nuevo depósito. Las partes que aún permanecen sólidas se someten a un sistema de prensado que ejercen presión hasta extraer las últimas gotas de mosto líquido sin romper raspones, hollejos ni pepitas.

Fermentación maloláctica

Esta fase también se conoce como segunda fermentación, y se trata de un proceso que dura entre 15 y 21 días. El objetivo es convertir el ácido málico del mosto en ácido láctico, mucho más suave que reduce también la acidez. Al terminar este paso, el mosto tiene de 0,1 a 0,3 g/l de ácido málico.

Crianza

La crianza del vino tinto se lleva a cabo en barricas de roble, que al estar en contacto con el mosto fermentado le transfieren muchas notas aromáticas. El grado de tostado de la barrica, las veces que ha sido utilizada y el porcentaje de oxígeno que deja pasar al interior son algunos de los aspectos que determinarán las características del vino.

Trasiego

Este proceso consiste en cambiar regularmente el vino tinto criado de recipiente. Es necesario para separar el vino de los sedimentos sólidos y oxigenarlo.

Clarificación

Después de toda la fermentación y maduración, es momento de eliminar impurezas y preparar el vino tinto para conservarlo y distribuirlo más tarde. Este proceso añade sustancias clarificantes al producto, que condensa las partículas indeseadas y las envía al fondo del recipiente para que puedan extraerse con facilidad.

Embotellado

Finalmente, el vino tinto llega a su fase de embotellado. Los vinos de clase crianza aún pasarán más tiempo envejeciendo en su propia botella, pero los más jóvenes estarán listos para su distribución.

Las botellas se limpian con vapor para eliminar cualquier residuo y se llenan con un decantador. Para acabar, pasan por una máquina especial que les coloca el corcho y se dejan en vertical 24h para que se expanda y quede perfectamente encajado.

El vino tinto se ha convertido en una forma inolvidable de acompañar la comida, y su magia permite ensalzar o reducir la intensidad de diferentes alimentos, por lo que la experiencia que resulta comer se vuelve algo excelente. 

 

Sobre Bodega Latarce 

El complejo enoturístico Bodega Latarce se encuentra justo en la entrada de Toro, tierra por excelencia de grandes vinos y gastronomía. La devoción por la viticultura de la zona nos motivó a apostar por convertirnos en una bodega familiar, con un proyecto basado en la calidad y frescura de los productos y la sostenibilidad.

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